23 oct 2009

Terrabusi, mucho más de lo que se ve



Mientras escribimos estas líneas, el conflicto de Terrabusi sigue.
Como breve reseña podemos decir: la empresa (monstruosa multinacional de 2700 empleados sólo en la planta de Pacheco) decidió despedir a cientos de trabajadores, y entre ellos a toda la comisión gremial conformada por delegados de base. Ante esto el gobierno nacional y la justicia no dijeron ni mu, y llegado el momento, no dudaron en ordenar la represión. Por supuesto, el sindicato de la Alimentación ni siquiera acompañó el reclamo.
Quienes están acostumbrados a las ganancias a base de condiciones de trabajo hiperprecarias, no pueden permitir la organización de los trabajadores. Saben que con un sindicato obediente y un gobierno complaciente pueden seguir con sus formas de ganar...pero si en el medio hay delegados de base (que trabajan en la fábrica y representan realmente a sus compañeros) la cosa se complica. Ante ello, despedir a los representantes auténticos de los trabajadores se hizo más que necesario.
Pero su objetivo era aún más ambicioso: apuntaban a que en próximos despidos desaparezca el turno noche de la fábrica (700 puestos de trabajo), para que los obreros pasen a trabajar doce horas en vez de ocho. ¿pensás que se estaban fundiendo? Claro que no. El plan era ahorrarse esas horas para apropiarse de una empresa más pequeña (Cádbury)... Pero este plan les fracasó porque apareció la organización de los obreros que se interpuso mostrando toda su fuerza.
La movilización, los cortes de ruta, y en su momento la toma de la fábrica, hicieron que una parte de la sociedad se solidarice y se conmueva, y que otra parte muy grande, discuta sobre el tema. La presión que esto provocó hizo que el gobierno nacional convocara audiencias de negociación, que el sindicato (y la CGT) tuvieran que expresarse en defensa de los despedidos y, por último, que la empresa deba reincorporar a la gran parte de los trabajadores incluyendo a los delegados.
Hasta aquí el “conflicto Terrrabusi”.
En el espacio CHE MAESTRO este conflicto nos deja las siguientes enseñanzas, que guardan varias similitudes con nuestra realidad en las escuelas.
Los docentes venimos soportando, año tras año, la precarización de nuestra tarea. A los contratos de los más de 3000 docentes de la ciudad (Ajedrez, teatro, maestr@s ZAP, informática, etc.) se agregan: los problemas edilicios, la cantidad de alumnos, la falta de maestros, el bajo salario, la demora en el cobro del salario, etc.
La desinversión en la Escuela Pública se aceleró durante la gestión macrista, el maltrato a los docentes por parte del jefe de gobierno hizo pico con lo de “vagos”, la política educativa haciendo eje en spots publicitarios promoviendo Internet e inglés en todas las escuelas confundió a una parte de la sociedad. Pero vos y nosotros conocemos la realidad, cada vez más pibes, cada vez más pibes con problemas de índole social y cada vez más exigencias a nuestro rol hacen que el proceso de enseñanza quede relegado a un segundo plano de nuestra tarea.
Todo esto ante el silencio de los pseudos sindicatos y los esporádicos “arranques“ de “lucha” de UTE y ADEMyS.
Todo esto nos hace preguntar: ¿que pasaría si tuviéramos delegados “”reales” en las escuelas” como los de Terrabusi? Otra sería la historia.
No por nada sale a la luz que Ciro James, que fue detenido por espiar a familiares del atentado a la Amia, era funcionario del Ministerio de Educación porteño. Lo emplearon para realizar “una auditoría interna sobre docentes y no docentes”. En el allanamiento a la casa de James, se encontraron cámaras ocultas, equipos para “pinchar” teléfonos y otros elementos de espionaje. Claro, no sea cosa que a los docentes se nos ocurra organizarnos y empezar a defender (en serio y constantemente) la educación pública. De nuevo nos preguntamos: ¿y nuestros sindicatos, en qué andan? ¿para dónde miran? Lo mismo que el sindicato de la alimentación ante el conflicto Terrabusi, para otro lado.
No es difícil sacar algunas conclusiones, con delegados reales que trabajen en las escuelas sería muy difícil seguir destruyendo la educación pública. Nuestra voz, la de los maestr@s sería escuchada y podríamos decidir democráticamente como enfrentar a Muricio y sus secuaces, como hicieron los trabajadores de Terrabusi con su patrón y ante el Ministerio de Trabajo, en las asambleas de fábrica.


Tuvimos la oportunidad de hacerle en pequeño reportaje a Quique, un trabajador de Terrabusi, el día que firmaron la última negociación con el gobierno:
- Contamos quién sos y hace cuánto que trabajás en Terrabusi
- Tengo 38 años, dos hijos, tengo esposa, Hace diez años que trabajo en Terrabusi, ahora estaba en el turno noche.
- ¿Te despidieron?
- Sí, estoy afuera, soy delegado, tengo todos mis compañeros que me apoyan, por eso hablo, por eso digo y por eso peleo...
- Sabemos que estamos en un momento muy difícil del conflicto... contanos cómo lo vivís...
Acá muchos en este momento, por las expectativas que tenían, piensan que esto no fue un triunfo, pero muchos de nosotros pensamos que es gran avance..O sea: Metimos 40 trabajadores reincorporados adentro de la fábrica y metimos a la comisión interna para organizar a los 2700, esto no es un poquito, ¡es un montón! Claro, las expectativas eran que entremos todos los despedidos, total los suspendidos en algún momento van a entrar. Hay un cambio de escenario, pero ellos están peor, Con ellos me refiero a Kraft (ex Terrabusi) y al ministerio... Ellos están peor, tuvieron que frenar, el lado débil de ellos es nuestra comisión interna. y si 2700 trabajadores se levantan. a eso apuntamos, a organizar a los 2700. Las únicas asambleas que se pudieron hacer fueron cuando estábamos adentro de la fábrica, ahí fueron bien masivas, antes que nos repriman... ahí se expresaban todos libremente...nadie estaba para decirles esto no hagas esto no digas, ahí eran genuinas...
Ahora están presionados porque tienen todos los jefes, todos los líderes, toda la burocracia sindical, todo el aparato adentro de la fábrica y los compañeros ahora están presionados, no dejan que los compañeros se crucen, se hablen, no pueden expresar lo que realmente sienten, qué declaración van a hacer, qué van a decir si tienen un chumbo en la cabeza..
- ¿Qué le dirías a los demás trabajadores de la alimentación de otras fábricas?
- Nosotros les hablamos a todos los trabajadores Acá nos trata de la pelea de los trabajadores de la alimentación solamente, se trata de que violaron las leyes argentinas de los trabajadores, leyes que corresponden, leyes votadas, violaron la Constitución. Cómo puede ser que nos suspendieron por manifestarnos delante de un portón, ¡eso fue lo que hicieron!
Todos sabemos que eso no se puede hacer, yo que soy un simple obrero y sé que existe un artículo que es el 14 bis que dice que vos te podés manifestar. Y lo sé yo que soy un obrero que de casualidad terminé 5º año... mucha gente sabe que están violando leyes...entonces todos los obreros se tienen que organizar. Yo le diría a todos que esto es lo que quiere el gobierno, darle todas las facultades a algunos poderosos para que se lleven toda la plata violando todas las leyes. Acá Cristina K junto con los diputados que fueron votados, ellos tienen que defendernos, así como nosotros levantamos las banderas de los trabajadores, ellos nos tendría que defender de eso como argentinos.
Les diría que todos tienen que ser Terrabusi, todos tienen que ser los obreros de Terrabusi.
- ¿Desde cuando funciona esta comisión interna?
- Esta comisión interna es votada desde el 93, tiene muchas luchas encima.
Siempre tuvimos el aval de los trabajadores..siempre votada democráticamente, seguimos perteneciendo al sindicato de la alimentación.
No queremos golpear al sindicato, pedimos que apoyen a los trabajadores, a la gente despedida, a la gente de su gremio ¿qué otra cosa tienen que hacer, para qué funcionan los sindicatos?
Y seguimos necesitando todas las solidaridades. Siempre he participado en todas las asambleas, levanto la bandera de los obreros y no me van a hacer cambiar por más que me hablen ahora de la paz social y tantas cosas...., no milito en ningún partido, soy simplemente un trabajador que lucha por los derechos de todos, entiendo que si todos los trabajadores nos levantamos la pelea es nuestra.


Muchas veces nos “visitan” los sindicatos (un ratito) y nos dicen cómo va la cosa, que tenemos que hacer, cómo van las negociaciones con el gobierno, etc. Nunca es al revés, nunca preguntan qué opinamos.
Leyendo el reportaje nos damos cuenta que hay otra manera de hacer las cosas, más auténtica, más real y más efectiva.
Desde CHE MAESTRO trabajamos para que esto ocurra, queremos sindicatos fuertes que peleen por nuestros derechos, los de los docentes.

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