19 may 2010

Rol docente y salario

Definir el rol que tenemos los docentes es complejo. Para algunos somos meros transmisores de valores establecidos ejecutando programas de enseñanza, para otros somos intelectuales que buscamos, a partir de nuestra tarea, espíritu crítico en nuestros alumnos.

Ahora, ¿cuan determinantes son las condiciones en que desarrollamos nuestra tarea? Dadas las condiciones actuales, ¿podemos desarrollar nuestro compromiso con formar ciudadanos con conciencia crítica y democrática?

Desde CHEMAESTRO creemos que no, y creemos que esto no es inocente. Responde a viejos anhelos que, con el transcurrir de los años, se van cristalizando en nuestra realidad...el desprestigio, la desarticulación, la desinversión y la precarización del trabajo en la Escuela Pública es la forma que tuvieron y tienen quienes piensan una Escuela Pública que forme mano de obra barata para el mercado laboral; dejando en la escuela privada, a la cual subvencionan cada vez más, el rol de formadora de futuros dirigentes y líderes.

Son varias la variables que impactan en nuestra situación laboral: la falta de espacios pagos de formación (capacitación en servicio), la no existencia de la reflexión grupal como método de trabajo, el escaso o nulo apoyo de profesionales de la salud, el hacinamiento de chicos por aula, entre otras forman parte de la larga lista que cada uno podría hacer con sólo mirar su cotidiano.

En este marco, ha habido un “desfile” de normas, leyes o reglamentos que “vinieron” a mejorar nuestra situación...ninguno logró su cometido, todos diferentes, realizados desde distintos paradigmas, pero con algo en común: la inexistente presencia de la “voz” de los docentes....llamativo ¿no?

De todas estas variables, una más interesante que otra, queremos desarrollar la problemática de una en particular: el salario.

Salario docente, elige tu propia aventura.

El salario nace como reconocimiento a la labor realizada. Es la mercancía de intercambio por excelencia del capitalismo. Nos permite desarrollar nuestra vida en mejores o peores condiciones pero, es impensado, no cobrar por el trabajo realizado. Sin embargo, el salario docente tiene excepciones a estas reglas.

Cosas extrañas suceden y se justifican más extrañamente aún cuando un docente cobra.

Aventura 1: Los maestros de grado cobramos menos que los profesores de media

Explicación: los profesores “saben” más y por eso cobran más.

Aventura 2: Los maestros cobramos una parte de las horas que trabajamos

Explicación: las horas que no cobramos son las horas curriculares que “son libres” y por eso no merecemos cobrarlas

Aventura 3: Los maestros cobramos a partir de los 60 días de tomar el cargo

Explicación 1: Siempre fue así

Explicación 2: Es un problema del sistema

Más allá de este juego, la situación es seria. Nuestro rol en el sistema no sólo “ni pincha ni corta” sino que encima ni siquiera es reconocido en el salario ni en su forma de pago.

No todo está perdido...

Ante todo esto pareciera que no hay salida. También ese es el discurso que recorre nuestras escuelas....en CHEMAESTRO creemos todo lo contrario.

La situación es grave, sí, pero no inmodificable. El primer desafío es convencernos que somos nosotros los que debemos cambiarla. No podemos seguir siendo cómplices de esta involución, mantener intercambios exclusivamente en la escuela sin trasladarlos a espacios de decisión (sindicatos por ejemplo) con la seriedad e importancia que tienen.

No hay país en el mundo que tenga una política de achique en educación pública. Debemos recuperar el protagonismo, debemos exigir la institucionalidad de espacios de discusión, generar espacios de reflexión y toma de decisiones hacia un nuevo sistema educativo.

Parcialmente, como primeras medidas podemos ir discutiendo:

- pago de todas las horas que trabajamos en la escuela

- restitución de las jornadas de reflexión con temario armado con participación de los maestros de la escuela

Por decir, simplemente dos medidas de fácil instrumentación.

Desde CHEMAESTRO impulsamos una medida de fondo con respecto a la liquidación de sueldos: UN NUEVO SISTEMA DE LIQUIDACIÓN

¿Es imposible?

Tomemos en cuenta el sistema vigente en la Provincia de Buenos Aires, tomado el cargo en cualquier situación de revista el docente cobra en el mismo mes. Dos son las maneras de liquidar para que esto suceda:

- pago a cuenta, si el docente ya viene trabajando

- en caso de no estar de alta en el “sistema” (ingreso a la docencia) se entrega un cheque a cuenta

proponemos entonces, que tomando el sueldo mínimo de bolsillo, el docente pueda cobrar en el mismo mes esa suma (o su proporcional a los días trabajados) a cuenta hasta que se le regularice su situación… llegado el momento de la primera liquidación (con todos los componentes pertenecientes al agente: antigüedad, salario familiar, presentismo) se le realiza la liquidación por todo el período tomando en cuenta la fecha de alta y se le descuenta lo ya percibido…jamás sucederá que el agente (habiendo cobrado el mínimo) haya cobrado de más…todo lo contrario, deberá quedarle un residual que cobrará con el primer recibo con todos sus componentes. De esta manera se evita el trabajo “a cuenta” y esperar meses para recibir el primer ingreso que encima, dada la suma que alcanza, a veces sufre el descuento por ganancias que no corresponde.

Es una propuesta, real y concreta…perfectible, seguramente pero necesaria en la búsqueda de dejar de naturalizar el no cobro o la mala liquidación.

Quedan muchos otros problemas, tenemos algunas propuestas para ellos…

Espacio Docente CHEMAESTRO

UTE – CTERA